martes, 20 de julio de 2010

Homo Videns: la sociedad teledirigida

Reseña de Sonia Elizalde Alvarado (Maestría en Liderazgo-Instigh)

Giovanni Sartori: HOMO VIDENS (La Sociedad Teledirigida)

Es un libro con una reflexión importante, pues hoy en día vemos una humanidad sumergida en la televisión y la tecnología; cabe mencionar que el hombre en su afán por evolucionar y revolucionar el mundo ha sido preso de sus mismas ideas. No obstante, ha seguido un proyecto que él ha inventado con el fin de sacar ventajas y apoyos económicos, lo que a su vez le permite seguir en la misma línea, con la visión de conseguir sus metas, sabiendo que esto es perjudicial para el prójimo; no parará hasta ver realizados sus planes que lo conducen al reconocimiento individual.

En este resumen puedo exponer lo que en particular he experimentado, ya que he contribuido con lo que la tecnología ofrece pensando que todo es bueno y tratando de seguir el mismo patrón de vida, porque sencillamente pierdo el tiempo cuando aparentemente trato de descansar; alimentándome de lo que no es información y a su vez creyendo que sin ello no puedo vivir, haciendo de la televisión y la imagen un estilo de vida.

En el libro de Homo Videns se centra la atención en la televisión, y la tesis de fondo es que el vídeo está transformando al “Homo Sapiens”, producto de la cultura escrita. En un Homo Videns, para el cual la palabra está destronada por la imagen. Puesto que nos encontramos en una rápida y cambiante revolución multimedia, es decir en una revolución digital. Y a finales del siglo XX, el ser humano ha entrado en una crisis de pérdida de conocimiento y de capacidad de saber. La televisión lo ha convertido en un ciudadano que cada vez sabe menos de los asuntos públicos, es decir, de los asuntos que le habilitan para la ciudadanía. Puesto que la televisión empobrece drásticamente la información y la formación del ciudadano.

Actualmente la televisión estimula la violencia, y también informa poco y mal, con el fin de atrapar al receptor a que vea todas sus transmisiones, acto que está cambiando la naturaleza del hombre.

El mundo en el que vivimos ha estado educando a los niños a través de la televisión, incluso antes de que aprendan a leer y a escribir.

Es evidente que la televisión y hasta la radio destruye más saber y más entendimiento del que transmite. La radio porque habla también para los que no leen, aunque deben reducir más y debe ser más breve, al menos cuando están transmitiendo las noticias. Y la televisión informa todavía más que la radio, en el sentido de que llega a una audiencia mucho más amplia. Ahora en estos tiempos las escuelas ofrecen la mala pedagogía y la degradación en la que se han permitido caer. Lo único que queda por esperar es que opongan al pospensamiento que estas mismas están ayudando a crear. Y que los padres sean más responsables con sus hijos, con lo que ven tanto en la televisión así como verificar el tipo de material que buscan en Internet, para no caer en el error de estar átomo recibiendo todo lo malo que se ha permitido exponer y mostrar a los espectadores cosas que puedan ver desde cualquier sitio, desde cualquier lugar y distancia, ya que estamos globalizados, es decir, que esta distribuido en todo el mundo.

El hombre vídeo-formado se ha convertido en alguien incapaz de comprender abstracciones, de entender conceptos, que han sido sustituidos por las imágenes. Y es cierto que una imagen puede valer más que mil palabras. Pero también es verdad que un millón de imágenes no dan un solo concepto. Entonces es por esto quizá el mundo de imágenes que nos ofrece el video-ver desactiva nuestra capacidad de abstracción y, con ella nuestra capacidad de comprender los problemas y afrontarlos racionalmente. La misma televisión refleja los cambios que esta produciendo en la sociedad y en su cultura; los cambios que promueve e inspira a largo plazo. Lo que hace único al hombre es su capacidad simbólica “animal simbólico”, por su lengua, arte, mito y religión. La definición de hombre como “animal racional” no ha perdido nada su valor. Pero un hombre que pierde la capacidad de abstracción es incapaz de racionalidad y es, por tanto, un animal simbólico que ya no tiene capacidad para sostener y menos aun para alimentar el mundo construido por el homo sapiens.

El hombre posee un lenguaje capaz de hablar de sí mismo, este reflexiona sobre lo que dice. El lenguaje no es solo un instrumento del comunicar, sino también del pensar. Lo que llevo a leer y tener algo que leer, fue hasta finales del siglo XV con Gutenberg con quien la transmisión escrita de la cultura se convierte en algo potencialmente accesible a todos (con la Biblia impresa). Al culminar la reproducción impresa entre los siglos XVIII y XIX, llegó el periódico, que se imprime diariamente, de ahí viene su nombre “diario”.

Los avances tecnológicos se fueron dando. Primero la invención del telégrafo, después la del teléfono, inventos con los que desapareció la distancia y empezaba la era de las comunicaciones inmediatas. La radio ha llegado a ser gran difusor de comunicaciones, y, así como los libros, el periódico, el teléfono, la radio portan comunicación lingüística.

En cambio la televisión que está representada por imágenes cuentan y pesan más que las cosas dichas con palabras. Esta nos permite verlo todo sin tener que movernos: lo visible nos llega a casa, prácticamente y automáticamente gratis, desde cualquier lugar en donde te encuentres.

Hoy en día la televisión compite contra la Internet por lo que este es también, una diversión, un entretenimiento. Pero al parecer la televisión resultara vencedora entre los perezosos, o los individuos que prefieren solo el acto de mirar; mientras que la Internet triunfara con las personas activas, las que quieren dialogar y buscar para interactuar entre ellas o para utilizarlo como educativo-cultural; puesto que el usuario que busca conocimiento e información en Internet la encuentra.

La Internet también pone en riesgo a los navegadores cibernéticos, si toman muy en serio esta navegación pues podrían perder el sentido de la realidad, es decir los limites entre lo verdadero y lo falso, entre lo existente y lo imaginario. Para ellos todo se convierte en trampa y manipulación y todo puede ser manipulado y falseado.

Por otra parte, hablar sobre la video-política la televisión influye mas cuanto menor son las fuerzas contrarias en juego, y especialmente cuanto mas débil es el periódico, o cuanto mas débil es la canalización partidista de la opinión publica.

Los efectos del video-política tienen un amplio alcance, como “la televisión personaliza las elecciones.” Presentan políticos que hablan, (sin personas) en lugar de dar discursos. Los personalizan, es decir, que lo mas importante son los rostros y que la personalización llega a generalizarse desde el momento en que la política “en imágenes” se fundamenta en la exhibición de personas.

La televisión últimamente es un instrumento para los candidatos, ya no para los partidos; quienes buscan apoyo para las elecciones.

Así pues, la cultura de la imagen rompe el delicado equilibrio entre pasión y racionalidad. Porque en general la imagen es portadora de mensajes que encienden los sentimientos, agitan las emociones, excitan los sentidos y apasionan al público.

Para muchos, la democracia representativa no es satisfactoria, puesto que no es directa, y por lo tanto, la consideran insuficientemente democrática. Como consecuencia, los referendos y la búsqueda de la opinión "de la calle" aumentan. El problema radica en que a cada incremento de demo-poder no corresponde un incremento de demo-saber. La democracia, de esta forma, se convierte en un sistema de gobierno en el que los más incompetentes son los que deciden. Es decir, un sistema de gobierno suicida. Y esto es lo que los progresistas del momento, que no los de antaño, quieren. Poca gente está informada de los problemas políticos. Y entre estos, menos aún son competentes para resolverlos. Por eso, es importante que, a cada crecimiento de directísimo democrático le acompañe un aumento de personas informadas. Sin embargo, la educación está decayendo, deteriorándose por el 68 y la torpe pedagogía en auge, lo que junto al empobrecimiento causado por la desinformación televisiva y la desactivación de nuestra capacidad de abstracción debido a la primacía de la imagen (obstruyendo nuestra capacidad para comprender los problemas y afrontarlos racionalmente) nos conducen directamente a lo contrario. Por eso, en estas condiciones, el que apela y promueve un demos que se autogobierne es un estafador sin escrúpulos o un simple irresponsable inconsciente. Mientras la realidad se complica, las mentes se simplifican. Además, la televisión crea una multitud solitaria (y en el futuro, electrónica), lo que nos lleva a una pérdida de comunidad, a una individualidad.

Nos encontramos en plena revolución multimedia que se caracteriza por un común denominador: tele-ver, y en todo ello la televisión cumple un papel determinante. La primacía de la imagen, es decir, de lo visible sobre lo inteligible, lleva a un ver sin entender que ha acabado con el pensamiento abstracto, con las ideas claras y distintas. Y ésta es la premisa fundamental a partir de la cual Giovanni Sartori examina la video-política y el poder político de la televisión.
"Homo videns (la sociedad teledirigida)" es una crítica a la actual sociedad multimedia, en la que el abrumador dominio de la imagen sobre la palabra escrita está, a juicio del autor, transformando al ser humano, u homo sapiens, en un homo videns: alguien para el que toda recepción de información está basada primordialmente en imágenes, lo que conlleva una serie de peligros. El libro trata muy someramente muchos temas de gran interés, todos ellos alrededor de un eje central: la (mala) influencia que el abuso de la imagen, a costa de la cultura escrita está causando en el ser humano. El hombre actual, homo sapiens, se está transformando en homo videns; a lo largo de la obra se nos explican las causas de tal mutación: el predominio de la televisión sobre la prensa escrita como medio de comunicación de masas; y sus efectos: entre otros, la progresiva mengua del ser humano para pensar en abstracto, debido a que la imagen lo da todo ya "hecho".

En lo personal me ha sido de gran ayuda este libro por el cual concluyo; el no perder de vista la realidad en que vivimos ya que el mundo seguirá en constante cambio, y la vida superficial no tendrá fin, la tecnología será una herramienta muy importante para nuestro vivir cotidiano. Por esta razón sé que debo prepararme e informarme de forma correcta por medio de la cual obtendré una mejor calidad de vida.

No hay comentarios: