lunes, 2 de mayo de 2011

Las reservas internacionales

Luis Adrián Chavez Toledo

La discusión sobre el tema de las reservas internacionales, ha cobrado relevancia en los últimos meses, debido al alto nivel en el que éstas se encuentran. Para poner un referente, en el año 2000, se encontraban en niveles alrededor de los 30 mil millones de dólares y para marzo del 2010, ya habían pasado los 92 mil millones de dólares.
¿Qué se debe hacer con tanto dinero? ¿Cómo podemos usar los recursos de manera eficiente? ¿Quién puede disponer de estas cantidades? ¿Por qué no pagamos parte de la deuda externa con estos recursos? Son algunas de las preguntas que mucha gente nos hacemos y que diversos actores políticos, tratan de responder a sí mismos y su intereses partidistas o personales, tal cantidad de dinero pues no puede pasar desapercibida.
Las reservas internacionales, no son dinero que el gobierno tenga “ahorrado” en el Banco Central, tampoco pertenecen como tal al BANXICO, son el respaldo de las divisas internacionales que entran al país. Algunas de las fuentes pues son las ventas de PEMEX, las remesas de compatriotas en el extranjero, etc.
Como mandato constitucional, el BANXICO tiene por objetivo mantener la estabilidad en los precios, es decir, controlar la inflación para que esta variable macroeconómica pueda repercutir favorablemente en las demás, como el PIB, empleo, etc.
 
Retomando una de las ideas sobre el uso de las reservas internacionales, muchas voces sugieren que se pague parte de la deuda externa que México ha contraído con diversas naciones y organismos. Quien contrae la deuda primeramente, es el Gobierno del país, entidad de la que el BANXICO es totalmente autónomo. Si se quisiera hacer esto, sería como si el Banco Central le hiciera un préstamo al Gobierno, cosa que está prohibida por la Constitución del país.
En caso de que se modificara la constitución y el BANXICO pudiera actuar como prestamista del Gobierno, la disminución de la deuda pues no existiría como tal, solamente se cambiaría el nombre del prestamista, en vez de ser una o varias entidades del extranjero, sería una sola y nacional pero a fin de cuentas, la deuda seguiría existiendo.
El acumular reservas internacionales, tiene como beneficio el demostrar una capacidad de pago ante el extranjero pero uno de los principales costos es el de acarreo financiero lo cual, implica que a partir de ciertos niveles, el tener muchas reservas comienza a ser perjudicial. Es por esto que se han implementado mecanismos para ir disminuyendo de manera paulatina, la cantidad de recursos acumulados por BANXICO. Algunos de estos mecanismos implementados son las subastas de divisas que se llevan a cabo, como dato relevante, sabemos que en tan solo 2 años, entre mayo de 2003 y mayo de 2005, se subastaron poco más de 12 mil millones de dólares.
El estudio sobre el cual este ensayo es escrito, no es muy actual, data del año 2005 y los datos sobre la posición de México en comparación con otros países con respecto al nivel de reservas que manejan, pues no es muy preciso pero, a esa fecha, Japón poseía casi 900 mil millones de dólares en reservas, es decir, 10 veces más de lo que en la actualidad tiene el BANXICO.
Como conclusión, podemos decir que no existen elementos jurídicos que puedan permitir la utilización de las reservas para el pago de deuda o como parte del presupuesto de egresos.
Las reservas son el respaldo de la base monetaria del país y su incremento vertiginoso, trae consigo algunos elementos negativos como el costo de acarreo financiero.
Las reservas son el resultado de sumar las entradas de divisas por concepto de pago a PEMEX, remesas de trabajadores emigrantes, divisas del gobierno mexicano, entre otras y no representan un ahorro que el gobierno o el BANXICO tengan y del que puedan disponer a su antojo.

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